sábado, 18 de septiembre de 2010

EL FRUTO PROHIBIDO

No cabe duda que fresa se traduciría en griego hipostasis y al latín hipocrisis. Los que desperdician su tiempo de vida viviendo una vida falsa... Pero, ¿por qué fresa? ¿Cuál era el fruto prohibido? ¿La fresa, la manzana, la vid o el coco? ¡Uy; qué miedo!

lunes, 6 de septiembre de 2010

Sobre la omnipresencia de los errores de traducción

Sería interesante hacer una lista de los errores de traducción que terminan por ser adoptados como verdades o hechos indiscutibles; desde la Biblia hasta las profecás de Notradamus, y de los doblajes o subtitulajes hasta el caló. El otro día, por ejemplo, explicando la ambivalencia del verbo Ser en español (ser o estar) de la que carece el inglés (to be or not to be) se me ocurrió si la expresión del caló ("ya estás") para marcar la consecusión de un acto (un poco ritualísticamente) no vendrá del "here you are" (aquí tiene) que se tome literalmente como ("aquí estás).

martes, 17 de agosto de 2010

ANIMALIA


En los años ochentas, cuando trabajaba en el departamento de diseño de la Escuela Nal. de Antropología de México, me tocó alistar la sala de medios audiovisuales para un grupo de Antropología Física, lo cual consistió, en tal ocasión, en ver un documental en VHS, que trataba sobre una discusión acerca de la existencia del "lenguaje animal". Recuerdo que la mayoría de los científicos negaba su posibilidad, y se referían a Gregory Bateson (ex-esposo de Margaret Mead) como un loco lunático que creía que los delfines eran más inteligentes que los humanos. Mas, de pronto, aparecía el caso de un chimpancé en algún centro de investigaciones de Nueva York, que había aprendido -al igual que Koko- el lenguaje de los signos de los sordomudos. Yo vi a los científicos hacerle preguntas y al simio contestar "¿Qué quieren que les diga?; han asesinado a toda mi familia y me tienen aquí encadenado por el cuello y viviendo en una jaula... es lo que Uds. quieran." En ese momento volteé asombrado a ver la reacción del grupo, esperando que al menos el maestro dijera algo, pero nadie ni se inmutó.